27 septiembre 2011

Final del Verano

Hace unos años tres amigos quisieron poner un broche de oro a un verano que ya terminaba, para ello eligieron una extraña y brumosa pared negra que uno de ellos conocía, ese día el destino quiso regalarles con un radiante cielo azul, quizás porque sabía que esos tres amigos simplemente iban a disfrutar de la vida. Al ver la pared los amigos se quedaron perplejos, estaba sucia y llena de vegetación y musgo, aun así la pared desprendía un extraño brillo que les atraía, no se resistieron, se pusieron cascos, botas y arneses, eligieron la vía y cogieron sus cuerdas, casi sin mediar palabra se metieron en ella.

En aquella pared el tiempo parecía correr demasiado rápido, el día se les hizo minutos, los minutos segundos, era el precio que debían de pagar por vivir aquella inolvidable aventura en aquella mágica pared. Al bajarse de ella, la bruma volvió a cerrar aquel inolvidable muro, el recuerdo de aquel día ya viajará siempre con ellos, con nosotros.





2 comentarios:

el musgo nunca duerme dijo...

Hola Antonio, ¿esa Montaña Mágica es la que solo aparece al final de verano en la bruma de las primeras luces de la mañana y que luego la fuerza de la luz del Sol difumina sus contornos y los caminantes pasan a su lado sin verla?. Yo tambien viví hace tiempo un dia como ese, tambien con dos amigos y prometimos regresar al final del siguiente verano, lo cumplimos y pared nos regaló una línea casi invible que conducia directamente a lo mas alto. Espero que todos encontremos nuestra montaña al final del verano.
Un saludo.

Antonio dijo...

Gracias por tus palabras, ellas y tú hacéis grande a este blog.

Saludos