24 junio 2015

El Cancho de La Ladera, La Cabrera

No recuerdo como vino a la conversación, lo que si recuerdo es que terminadas las vías Manolo mencionó la similitud que hice en su día entre la escalada y el ajedrez. Horas más tarde, mientras viajaba en Metro de vuelta a casa, mis neuronas volvieron a aquella conversación buscando nuevamente la interconexión…
Tenía la chapa ya bajo mis pies y no sabía que pieza mover, no veía buena jugada y menos cuando mi pie izquierdo había patinado ya en el arenoso granito, por mi mente pasó levemente la idea de bajarme pero tirar el rey no era la opción, estaba en un equilibrio no muy estable, o lo que es lo mismo estaba en jaque, mi próxima jugada debía ser precisa, toqueteaba todas las presas pero ninguna me daba una mínima confianza para dar el paso, todas eran precarias, no sabía que combinación hacer, tranquilo pensé la mejor jugada, mis compañeros no me cantaron el movimiento pues cada uno había pasado de distinta manera por allí, al otro lado de la cuerda había un silencio casi sepulcral, el silencio que me hacía falta para pensar y buscar la mejor combinación… volví a toquetear las presas, volví a mirar, hasta que me di cuenta que la buena jugada estaba abajo, en el paso de adherencia, justo en el lugar donde hacía pocos segundos había convertido el granito en arena, la roca está ya caliente, será un paso de fe, una jugada de doble filo que puede salir bien o mal… La goma y la piedra aguantaron y tras el paso de fe pude enrocar a mi rey junto a un agarre de mano.
Miguel, en el paso clave de Fácil Tranquilidad, 6c+...¿6c?

* * *

La mañana empezó distinta, mientras tomábamos café, el camarero, a instancias de un cliente sexagenario, nos puso por la tele un combate de boxeo en el que peleaba su hermano Nico, según se calentaban los púgiles nos iba desvelando los misterios del combate. Mira cómo se sale de la corta distancia pues sabe que cobrar, ahí se está cubriendo el hígado y la pera, ¡jop! Ese le ha dolido, según me dijo va a tardar tres días en masticar bien…veréis, veréis ahora…¡Toma! ¡K.O.! Nico tumbo a su contrincante al tercer asalto.
Pagamos los cafés…cualquiera se va de aquí sin pagar, y nos fuimos del bar con la surrealista escena de ver al sexagenario cliente, guasón y aún caliente por el fervor del combate, buscando pelea como si fuera un crio después de ver una película de Bruce Lee.
Ahora nos tocaba calentarnos a nosotros pero no en el cuadrilátero ni en el bar, sino en las laderas del convento de San Antonio en busca de nuestro sector, a pesar de que la cuesta no es muy larga y de que aún no apretaba mucho el calor, llegamos sudando la gota gorda a la base de las vías.
El sector de hoy es la zona baja del Cancho de la Ladera, está orientado un tanto al oeste y da la sombra en su base lo justo para dejar de sudar y hacernos la primera vía medio a la sombra, luego ya se va metiendo el sol poco a poco hasta que se hace difícil buscar una sombra para poner los gatos en la fresquera, al final la roca estaba algo caliente y la adherencia no era del todo buena, pero yo no cambio el día por otro, salí encantado con esta zona baja de El Cancho de la Ladera al que pensamos volver con algo menos de calor.
Tras la cuesta y el cambio de camiseta le damos una visual general a las vías. Como vamos tres preferimos hacer primeros largos a meternos en pared con incomodas reuniones.

Tag an Meer, 6a, la primera chapa es el segundo seguro (Foto Manolo)


 Manolo en Tag an Meer, 6a

En Tag an Meer, 6a (foto Manolo)

La primera vía, la de calentar, es el primer largo de la Tag an Meer, 6a, la primera chapa tiene un considerable aleje, hay una buena fisura donde entra a cañón un alien, el paso duro está casi al final, cuesta dejar el agarre de una fisurita a la que ya le has cogido cariño para meterte en parca adherencia.
 Miguel en la vía Anónima, 6a

Vía Anónima, 6a+ 


Posteriormente nos metemos en una Vía Anónima, 6a+, a la izquierda de la primera, en esta vía abunda el musgo en su parte final, justo donde hay un aleje, entra bien un friend pequeño que te asegura la llegada al descuelgue, el problema es que si metes el friend luego el último lo tiene que recuperar, y como la reu no tiene anillas te tienes que ir a la de la vía anterior (a la derecha) a bajar de sus anillas,… "pendulaco" al canto.

Román Pérez, 6a... 6b?



Terminada esta nos metemos en el primer largo de la Román Pérez, 6a,  aunque eso del 6a no sé, igual es que se ha roto algún canto o se ha terminado de caer algún desconchón, para nosotros el paso de salir de la bañera es de 6b, también puede ser que la roca ya estuviera templada.
 Entrada de Fácil Tranquilidad, 6c+?

 Miguel en un "cruzaito" de Fácil Tranquilidad


Finalizamos el día con una vía dura, Fácil Tranquilidad, 6c+, en nuestra opinión 6c. Miguel va de primero, Manolo y yo detrás en tope, no desaprovechamos la ocasión de tener la cuerda puesta para probarla, guapísima vía que te va a exigir lo mejor de tus gatos y de tus yemas.
Nuestra idea inicial era terminar el día con el V+ de la vía 3 (según croquis), pero el calor ya nos tira pal’ convento, bueno más que pal’ convento para las cervecitas que hay algo más abajo. Ya volveremos por aquí con algo más de fresco.

Datos técnicos.
Desde el convento de San Antonio de La Cabrera subir la ligera cuesta, no tiene perdida, desde abajo se ven tanto el Pajarito como el Cancho de la Ladera (también llamado Cancho del Fraile).

El croquis está en Escaladores de la Cabrera, si no me equivoco este es de Raúl Redondo.
Las vías que hicimos se pueden hacer con cuerda de sesenta, una decena de cintas, reunión y grillo. Opcional un alien (vía 2) y un friend pequeño (vía 1).
Como he dicho en el texto, el descuelgue de la vía 1 tiene dos parabolt sin argolla, hay que ir a la reu de la vía 2 para bajar. Cuidado con la maniobra de desmontar. La opción es rapelar de las argollas de la vía 2 pidiéndole al compañero que te fije un poco la cuerda que aun pasa por los seguros de la vía 1, de esta manera el péndulo está controlado y se puede desequipar.

11 junio 2015

Agujas de Valdemanco

Mis amigos me preguntaban que qué pasaba con el blog, que si lo había dejado; la respuesta era bien sencilla, aunque en esto últimos meses he seguido haciendo actividad, la causa principal de este pseudo-abandono es el encadenamiento ruinoso de lesiones, no salía de una y ya estaba metida en otra,… Ahora parece que ya voy saliendo, o al menos ya he aprendido a convivir con ellas, pues alguna creo que ya la tengo crónica. Para no forzar más de la cuenta me refugié en mi grado de confort repitiendo vías en escuelas para mí conocidas, con esto, salvo pasar un buen día entre amigos no había mucho más que contar… y menos a mí fisio, que por no oír sus reproches simplemente le decía que me dedicaba a dar “paseítos por la Pedriza”. Entre estos “paseitos por la Pedriza” destacan las visitas que últimamente hemos hecho a las Agujas de Valdemanco, este solitario paraíso de granito de alta montaña, donde abunda el musgo y el cerrado matorral, donde vive la nerviosa lagartija y el inmutable buitre. Aquí la tranquilidad y la energía entran por los poros por si sola, que mejor sitio que este para romper un silencio que ya me molestaba, que mejor lugar para recuperar energía.
Miguel, en el L1 del El Alpinista electricista, 6c+

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De mis últimas salidas varias han sido por estas apartadas agujas, era agradable ver la progresión tanto física como mental que me daba este lugar. Recuerdo que la primera vez que subí, con el chorreo de lesiones a cuesta, casi me tumbó la pequeña subida de acceso, puede decirse que llegué a la base de las agujas moralmente derrotado y pidiendo árnica para mi rodilla, ese primer día me conformé con hacer tres vías de cualquier manera, me limité a ver como los demás disfrutaban de la escalada mientras mi alma intentaba buscar un algo entre las agujas que había perdido en el valle.
Por suerte no perdí la afición a la fotografía y conservo unos recuerdos de aquel día que ahora veo un tanto distantes.

Manolo en Rebeca, 6a+

Miguel en Gandalf, 6b

Fernando en el Muro del Sol, Vía Abejas, 6a+

Semanas después vino la segunda visita, creo que fue en esta cuando llegó el punto de inflexión, la subida me costó menos y aunque se notaba la falta de actividad, las lesiones no enturbiaron la escalada. A decir verdad apunto estuve de no ir, pues al oír el nombre de las vías que proponía Miguel: Directa Salcedo-Sanchez y el Alpinista Electricista a la Punta Laura, me entró el… “Y donde voy yo con este cuerpo a hacer semejantes vías”, los ánimos de Miguel me empujaron, y bueno, voy y hasta donde pueda me dije.
 Miguel, primer largo Directa Salcedo-Sánchez, 6b (mantenido) ¿6c?

Fernando, en el L2-L3 Salcedo-Sánchez

 R1 de El Alpinista Electricista, 6c+

Fernando, L1 de El Alpinista Electricista, 6c+

Excepcionales vías. Ese día, aunque en tope, Vlady, Manolo y yo solo hicimos una, La Directa Salcedo-Sanchez a la Punta Laura, mientras Fernando y Miguel hicieron también El Alpinista Electricista. Para esa única vía bien valió subir, fue la excusa perfecta para compartir cuerda y risas y por supuesto la posterior cerveza, también fue la excusa para olvidarme de las lesiones.
 Vlady, empalmando el L2 y el L3 de la Directa Salcedo-Sánchez

 Manolo, en el L2 - L3 de la Directa Salcedo-Sánchez


Menda en el mismo largo

Al día siguiente volvimos Miguel y yo a este paraíso de verdes placas y firmes regletas, fue una subida rápida donde las lesiones quedaron difuminadas por el entorno, hicimos cinco vías cortas, en este caso todas encadenadas de primero, disfrutamos de un día como hacía tiempo no lo hacía, en este lugar que cada vez significa más para mí.

 Cancho Moñiga, vía Merlayn, 6b


 Muro del Sol, El Quinto Elemento, V+
  Muro del Sol, El Quinto Elemento, V+
Datos técnicos y croquis: Vienen en la guía de Juan Luis Salcedo, La Cabrera, Agujas de Valdemanco. De Punta Laura en vía clásica hay un buen croquis. Por su parte Miguel me ha pasado este que subo:


En él se puede ver una tercera vía que dudamos que sea la Vía Casquet-Becquer-Vivanco pues inicia su recorrido por un espolón y está equipado con parabolts M-10.

Descenso de Punta Laura: Destrepando por detrás o rapelando por las vías, ojo la última reunión de la Directa Salcedo-Sánchez está un tanto vetusta, nosotros rapelamos de un cáncamo que hay algo más a la derecha, en una tirada de 60m. Según pone Miguel en el croquis se recomienda hacer la Directa Salcedo-Sanchez en dos largos pues la segunda reunión es un tanto incómoda, y el Alpinista Electricista en tres, pues las cuerdas corren mal arriba. El resto de las vías son de un largo. Las dos primeras vías de Punta Laura se pueden hacer con cuerda simple de 60

P. D. En este blog puedes encontrar algo más de esta zona.